Día 13

 DÍA DECIMOTERCERO – MAÑANA

Oh fuente escondida de vida, permíteme ahora meditar en el gran y bondadoso plan por el cual has hecho que sea posible que un simple mortal como yo pueda mirarte y llamarte Padre.

En el principio Tú, el No Creado,
Haciendo todas las cosas de la nada:
El tiempo y la sustancia material:
Todas las cosas que se arrastran y vuelan, las bestias del bosque,
las aves del aire, los peces del mar:
Y, por último, al hombre, a Tu propia imagen, para tener comunión contigo:
Luego, cuando, por la corrupción y la desobediencia de su corazón, esa imagen se había desfigurado:
Un diseño bondadoso para su restauración mediante el regalo de Tu único Hijo:
Nueva vida en Él, y un nuevo acceso a Tu santa presencia.

Oh amor escondido de Dios, cuya voluntad es que todos los espíritus creados vivan eternamente en pura y perfecta comunión contigo, concédeme que hoy en mi vida no haga nada que frustre este, Tu propósito tan bondadoso. Haz que tenga presente cómo toda Tu creación gime y sufre, esperando la manifestación perfecta de los hijos de Dios; y haz que reciba con gozo toda influencia de Tu Espíritu sobre mí que pueda apresurar ese final. Cuando llames a la puerta de mi corazón, no permitas que te deje afuera, sino que te reciba con alegría y acción de gracias. No permitas que albergue en mi corazón nada que pueda impedir Tu presencia; haz que no haya rincón cerrado a Tu influencia. Haz conmigo lo que quieras, oh Dios; hazme como Tú quieras, cámbiame como Tú quieras, y úsame como Tú quieras, ahora y en la vida más allá; por medio de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

DÍA DÉCIMOTERCERO – TARDE

Oh Padre celestial, dame un corazón como el corazón de Jesucristo, un corazón más dispuesto a servir que a ser servido, un corazón movido por la compasión hacia los débiles y oprimidos, un corazón enfocado en la venida de Tu reino en el mundo de los hombres.

Esta noche oraría, oh Dios, por todos aquellos tipos y condiciones de personas a quienes Jesucristo solía prestar especial atención y cuidado:

• Por aquellos que carecen de alimento, bebida o vestido.

• Por los enfermos y todos los que son consumidos por la enfermedad.

• Por los ciegos.

• Por los mutilados y cojos.

• Por los leprosos.

• Por los prisioneros.

• Por los oprimidos por cualquier injusticia.

• Por los que se han perdido en nuestra sociedad.

• Por las mujeres caídas.

• Por todos los extranjeros solitarios dentro de nuestras puertas.

• Por los preocupados y ansiosos.

• Por aquellos que viven vidas fieles en la oscuridad.

• Por quienes luchan valientemente por causas impopulares.

• Por todos los que trabajan diligentemente en Tu viña.

Concede, oh Padre, que Tu bondad amorosa al hacer que mi suerte haya caído en lugares agradables no me vuelva insensible a las necesidades de los menos privilegiados, sino que más bien me incline a llevar sus cargas en mi propio corazón. Y si alguna adversidad llegara a mí, no permitas que me consuma en mis propias penas como si yo fuera el único que sufre en el mundo, sino que más bien me ocupe en el servicio compasivo hacia todos los que necesitan mi ayuda. Que así el poder de mi Señor Cristo sea fuerte dentro de mí y Su paz invada mi espíritu. Amén.