D A
Un ancla tenemos que el túmido mar,G D A
por mucho que ruja, no puede quebrar
D A D
la dulce esperanza que infunde Jesús,
G D A D
legada en su muerte de angustia en la cruz.
D A D D A D
De angustia en la cruz, de angustia en la cruz
G. D A D
legada en su muerte de angustia en la cruz.
D A
Allende los cielos el trono de Dios,
G D A
que rige supremo en el reino de amor,
D A D
esta ancla fijemos que firme estará,
G D A D
pues Dios, nuestro Padre, no nos faltará.
D A D D A D
No nos faltará, no nos faltará.
G. D A D
pues Dios, nuestro Padre, no nos faltará.
D A
Y cuanto más ruja la cruel tempestad,
G D A
más firme tomemos el cable de fe;
D A D
que furia de vientos, ni embates del mar,
G D A D
no pueden del puerto la entrada vedar.
D A D D A D
La entrada vedar, la entrada vedar.
G. D A D
no pueden del puerto la entrada vedar.
Allende los cielos el trono de Dios,
G D A
que rige supremo en el reino de amor,
D A D
esta ancla fijemos que firme estará,
G D A D
pues Dios, nuestro Padre, no nos faltará.
D A D D A D
No nos faltará, no nos faltará.
G. D A D
pues Dios, nuestro Padre, no nos faltará.
Y cuanto más ruja la cruel tempestad,
G D A
más firme tomemos el cable de fe;
D A D
que furia de vientos, ni embates del mar,
G D A D
no pueden del puerto la entrada vedar.
D A D D A D
La entrada vedar, la entrada vedar.
G. D A D
no pueden del puerto la entrada vedar.
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