D
Preste oídos el humanoA7 D
a la voz del Salvador.
Regocíjese el que siente
A7 D
el pecado abrumador.
G D
Ya resuena el evangelio
A7 D
de la tierra en ancha faz,
G D
y de gracia ofrece al hombre
A D
el perdón, consuelo y paz.
D
Vengan todos los que sufren,A7 D
los que sienten hambre y sed;
los que débiles se encuentran
A7 D
de este mundo a la merced.
G D
En Jesús hay pronto auxilio,
A7 D
hay hartura y bienestar,
G D
salvación y fortaleza
A D
cual ninguno puede dar.
A7 D
de este mundo a la merced.
G D
En Jesús hay pronto auxilio,
A7 D
hay hartura y bienestar,
G D
salvación y fortaleza
A D
cual ninguno puede dar.
D
Vengan cuantos se acongojanA7 D
por lograr con qué vestir,
y a su afán tan sólo rinden
A7 D
servidumbre hasta el morir.
G D
Un vestido hay más precioso,
A7 D
blanco, puro y eternal.
G D
Es Jesús quien da a las almas
A D
ese manto celestial.
A7 D
servidumbre hasta el morir.
G D
Un vestido hay más precioso,
A7 D
blanco, puro y eternal.
G D
Es Jesús quien da a las almas
A D
ese manto celestial.
D
¿Por qué en rumbo siempre inciertoA7 D
vuestra vida recorréis?
A Jesús venid, mortales,
A7 D
que muy cerca le tenéis.
G D
Él es vida en tierra y cielo,
A7 D
y el exceso de su amor
G D
os mejora la presente
A D
y os reserva otra mejor
A7 D
que muy cerca le tenéis.
G D
Él es vida en tierra y cielo,
A7 D
y el exceso de su amor
G D
os mejora la presente
A D
y os reserva otra mejor
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